APOSTASÍA / HE APOSTATADO / ME HE SALIDO DE LA IGLESIA CATÓLICA / SOY LIBRE
Hoy 12 de septiembre de 2025 y siendo el día del Dulce nombre de María, he firmado en el Obispado de Zamora por libre decisión mi abandono total y definitivo de la Iglesia Católica.
Que haya sido hoy día 12 de septiembre, día del Dulce nombre de María, no ha sido mi elección, ya que la cita para la firma, tanto el día como la hora, me la dio el Obispado de Zamora, pero desde luego no es una casualidad que haya sido este día tan relacionado con la Madre aquí en España. Esta claro que la Madre así ha querido que fuese, y en esto he viso su mano que ha intervenido, para que en uno de sus días importantes, me haya liberado de la red del control del poder establecido de la Iglesia Católica.
SE NOTA QUE DE LA MANO DE LA MADRE VOY
El poder establecido de control de la Iglesia Católica es un poder del control de almas, de espíritus y de energías humanas. Es uno de los grandes poderes establecidos de en la Tierra, junto con el poder judicial, el poder legislativo, el poder sanitario, el poder ejecutivo y el poder conocido como el «Cuarto Poder» que es el poder de la prensa y los medios de comunicación para influir en la sociedad.
Yo veo desde siempre a estos poderes como una gran red que somete e influye y destruye a la sociedad; la humanidad atrapada en estos poderes, en su gran red son presas de todo el engranaje que comanda esta red.
Soy un gran Espíritu libre, y bastante libre de todos los poderes establecidos, pero tenía pendiente abandonar por libre decisión la Iglesia Católica y liberarme así de pertenecer a esta red oscura y maldita. Y hoy lo he conseguido.
Y POR FIN ME SIENTO LIBRE Y ME VOY LIBRE
YA NO SOY MÁS CÓMPLICE DE SOSTENER ESA RED EN LA QUE NO QUIERO ESTAR ATRAPADA NI PERTENECER
Debo aclarar que no renuncio a mi fe, pues soy una persona de gran fe, no renuncio al camino que abrió el Gran Maestro Jesús, ni al que tiene abierto y protegido la Gran Madre Universal y Cósmica que hoy esta loca de contenta por mi y por mi Alma.
En el Obispado, se me ha comunicado que al APOSTATAR, y abandonar la Iglesia Católica, renuncio a una serie de derechos, derechos que no me interesan en absoluto ni los necesito, entre ellos es la exclusión de los sacramentos y sacramentales, y por lo tanto se me ha comunicado que a la hora de mi muerte no tendré derecho a un entierro oficiado por un sacerdote y demás.
Una vez firmado el documento, me han dado dicho documento, lo he cogido, he mirado a los presentes miembros del Obispado y les he dicho «A la hora de mi muerte la Madre vendrá a buscarme» y los actos de mi vida tanto buenos como no tan buenos, serán los que decidan mi transito y mi camino después de mi muerte.
Y a la Madre le entregaré mi Espíritu. No necesito sacramentos oficiados por ningún miembro de la Iglesia.
Se ha hecho un gran silencio, me han mirado con los ojos muy abiertos y me he despedido de ellos diciendo:
«Buenos días nos de Dios»
Belén de la Paz